En el Jardín del Rosarito recuperamos el escenario de la naturaleza para despertar y cultivar en los niños y niñas la conciencia ecológica.
Es un espacio de Ser, Crecer y Aprender de la propia naturaleza creativa, corporal intelectual, emocional, social, histórica, cultural y espiritual.
Es un espacio donde florece la curiosidad y las preguntas son el motor para aprender con gusto, con alegría y entusiasmo.
El Rosarito es un jardín creativo y lúdico; elegimos el juego para jugar, para aprender, para disfrutar, para compartir, para indagar y probar, para equivocarnos y volver a empezar, para experimentar y entender el mundo, para ser Yo, para ser Otro, para ser muchos.
Es un lugar que enseña y valora la palabra, la escucha, el diálogo; que enseña los valores esenciales de la vida como el cuidado y el respeto consigo mismo, hacia los otros, hacia el planeta.
Es un jardín que abre las puertas a las familias para que juntos construyamos una red de contención, educación y cuidado.
Es un jardín para sentirse protagonista de y en la construcción del mundo, mi mundo, tu mundo, nuestro mundo…
En el Rosarito formamos alumnos y alumnas que…
….sean respetuosos de sí mismos, de la naturaleza y del otro con el que comparte, descubre y aprende, valorando las semejanzas y las diferencias.
… sean solidarios y autónomos, observadores del entorno circundante, curiosos, reflexivos y apasionados por saber y conocer.
… experimenten el goce por lo nuevo y no el temor a lo desconocido, que puedan vivenciar el error como parte de un proceso.
… desarrollen actitudes que privilegien la paz y el cuidado de la salud.
… crezcan como protagonistas del cambio, defensores de la vida, esperanza ecológica del planeta.
… se animen a experimentar el placer de expresarse en todos los lenguajes posibles.